Me pregunto por qué, si 1 de cada 68 personas tiene TEA, es necesario seguir hablando de autismo. ¿Por qué seguimos exponiendo nuestras vidas para tratar de explicar un poco más de que se trata esta condición si probablemente todos conozcan a alguien con TEA?
- Es una condición neurobiologica que afecta la capacidad de relacionarse y comunicarse y que altera la forma de percibir el mundo
- Aún se desconoce la causa pero hay más de 800 genes relacionados
- Dura toda la vida, no es una enfermedad y no se cura
- Las personas con autismo viven en este mundo
- Cada persona con TEA es única, y si bien, comparten criterios diagnósticos, cada uno tiene desafíos distintos. Hay personas con autismo que no hablan y otras con lenguaje fluido aunque muy literales y con dificultades para entender el lenguaje no verbal; varia la severidad en la que se encuentran afectadas las habilidades sociales; algunos tienen más comportamientos repetitivos que otros; y también cambia la forma en que cada uno procesa los sentidos
Me encantaría hablar de otras cosas pero mientras siga siendo necesario, voy a elegir hablar de TEA. No es fácil tener autismo, entender el mundo de un forma que parece más distinta de lo que en realidad es, puede ser frustrante para todos. Aunque el autismo puede traer situaciones muy duras, también hay momentos de mucha alegría: esa mirada que estábamos esperando, esa sonrisa pícara que nos sorprende una mañana, la felicidad que trae el vivir el presente y el dejarnos deslumbrar por lo linda que es la vida.
Es esa red de interacciones que influyen en cada uno de una forma única y a su vez dinámica, la que forma la trama de nuestras vidas. Por eso es importante, que quede claro que, en todo momento, sea fácil o difícil, el entorno puede hacer la diferencia: no es lo mismo ayudar que no hacer nada; y hay un gran abismo entre ayudar, juzgar y limitar. Nosotros vamos a seguir siendo felices, pero lo que vos elijas hacer, puede facilitar o entorpecer.
Tenemos que ser sinceros con nosotros, conocernos, aprender, ejemplificar y marcar caminos de respeto. Este dos de abril y cada día mientras sea necesario, sigamos hablando de autismo.
Marina G