La música ha sido identificada como una práctica emergente para ayudar al desarrollo del lenguaje de los niños pequeños con TEA, ya sea dentro de los contextos de musicoterapia o como parte de enfoques interdisciplinarios.
Al final del primer año de vida, la mayoría de los niños usan gestos o sonidos para pedir, mostrar, participar en interacciones sociales y comunicarse intencionalmente con sus cuidadores. Estos primeros gestos y sonidos intencionales son formas de comunicación pre-verbal y son la base para el surgimiento de las palabras y la comunicación simbólica. Sin embargo, los niños pequeños con TEA presentan una gran diversidad en sus perfiles en el desarrollo del lenguaje y su adquisición de habilidades preverbales y verbales. Por ejemplo, hay quienes pueden presentar retrasos tempranos en algunos hitos, como el inicio de palabras y frases, mientras que otros pueden presentar regresión en el uso de palabras en el segundo año de sus vidas. Las deficiencias en el uso de símbolos y habilidades no verbales afectan al desarrollo del habla, de habilidades conversacionales, y en el mantenimiento de la reciprocidad social, independientemente de sus habilidades cognitivas.
Las dificultades en el lenguaje y la comunicación presentan un desafío de por vida para las personas con TEA y se encuentran entre los principales criterios diagnósticos. Investigaciones previas sugieren que más del 30% de los niños pequeños con autismo carecen de lenguaje verbal, pueden exhibir deficiencias en la comprensión del lenguaje en contexto, y es posible que nunca desarrollen el habla funcional. Además, los déficits del lenguaje se combinan con las dificultades en las habilidades sociales y, por lo tanto, constituyen objetivos importantes de intervención temprana. Se han informado avances en el desarrollo del lenguaje que incluyen la producción de discurso, comunicación espontánea en situaciones sociales, y generalización en todos los entornos.
La música juega un papel fundamental en la vida de los niños pequeños y puede ofrecer el contexto para la socialización y la comunicación con otros compañeros y adultos. Al principio de sus vidas, los niños usan sonidos y combinaciones de sonidos para comunicarse con su entorno. Elementos musicales, como las primeras vocalizaciones y el balbuceo, se utilizan para formar actos comunicativos y solidarios de apoyo mutuo. Tales vocalizaciones dialógicas interactivas entre bebés y cuidadores se han descrito como musicalidad comunicativa. Los niños pequeños adquieren el lenguaje y el significado compartido a través de tales acciones espontáneas e interacciones con otros en su vida cotidiana. Gradualmente, la música puede crear el contexto, dentro del cual emergen una variedad de experiencias para el desarrollo comunicativo y social del niño.
Un creciente cuerpo de investigación indica que el uso de la música y las intervenciones basadas en canciones mejoran capacidad de respuesta social y desarrollo del lenguaje. La respuesta de los niños con TEA a la música durante intervenciones del lenguaje es respaldada por el impacto que ésta tiene en el cerebro. Los estudios en neurociencia indican que hacer música es una actividad multimodal que involucra el procesamiento simultáneo de información visual, auditiva, sensorial, y motriz. La corteza cerebral se autoorganiza en respuesta a estímulos externos y actividades de aprendizaje. Como tal, la música puede inducir una reorganización cortical que se transfiera a otros dominios de aprendizaje. Si esto ocurre temprano en el desarrollo de los niños, las alteraciones en el cerebro puede producir cambios permanentes en el camino la información se procesa.
El propósito de esta revisión fue presentar investigaciones sobre uso de la música como herramienta para promover el desarrollo del lenguaje de niños pequeños con TEA. Dos puntos importantes derivan al examinar los estudios que utilizan la música como medio para promover las habilidades de comunicación (tanto preverbales como verbales). Primero, hay énfasis en las similitudes que la música y el lenguaje comparten durante la infancia desarrollo temprano. En segundo lugar, la música se ve como la medio comunicativo que apoya el compromiso y permite que los episodios de comunicación se desarrollen según las habilidades de los niños.
Mirando la conexión entre la música y el lenguaje, varias características de la música se pueden utilizar para promover interacciones de los niños pequeños con sus redes sociales ambiente. En los estudios revisados en el artículo, las actividades musicales parecen promover una amplia gama de habilidades preverbales, incluyendo vocalizaciones tempranas para niños pequeños (como balbuceo, juego vocal y emisiones melódicas). Estas vocalizaciones comparten muchas características comunes con la música en términos de tono, ritmo, dinámica y el uso de frases melódicas cortas. Al mismo tiempo, estas formas de vocalizaciones tempranas constituyen importantes etapas que conducen al desarrollo de lenguaje. Mientras los niños pequeños interactúan a través de los sonidos, se vuelven más capaces de producir sonidos particulares y eventualmente usan palabras. Por lo tanto, el diseño y la entrega de intervenciones que usa intencionalmente música para promover el canto y las interacciones a través de acciones musicales tienen el potencial de promover formas de comunicación preverbales y verbales en una edad adecuada manera para niños pequeños con TEA.
Otro punto importante de las intervenciones se relacionó para hitos preverbales de desarrollo y el intercambio de intenciones e intereses, como habilidades críticas entre la comunicación. Una cantidad de estudios en esta revisión exploraron la conexión entre la música como el medio atractivo para promover las habilidades preverbales de los niños pequeños con TEA. Las actividades musicales son intencionalmente utilizadas como el andamio de comunicación que mejoró desarrollo del lenguaje receptivo. La música proporcionó oportunidades para compartir intenciones y atención, y creó las condiciones previas para el desarrollo del lenguaje en un desarrollo adecuado contexto social.
Los hallazgos de esta revisión se alinean con un cuerpo creciente de investigación sobre la conexión entre música y desarrollo del lenguaje y la comunicación de niños pequeños con TEA. Formas complejas de comunicación preverbal durante los primeros años de vida pueden promover la infancia de los niños pequeños habilidades posteriores de lenguaje receptivo y expresivo. La música es un componente esencial de la primera infancia que puede mejorar una variedad de acciones comunicativas. Como tal, cuando se usa como parte de las intervenciones de comunicación y lenguaje, las experiencias musicales pueden promover la adquisición del habla en niños. La música y la musicoterapia como formas sistemáticas de intervención pueden crear el contexto para el desarrollo de habilidades de comunicación en niños, tanto preverbales como verbales.
Modificado de: Vaiouli P, Andreou G (2018) Communication and Language Development of Young Children With Autism: A Review of Research in Music. Communication Disorders Quarterly 2018, Vol. 39(2) 323–329
Foto: The rhythm Tree