Se han sucedido numerosas situaciones maravillosas alrededor de mi hija, hay mucha gente humana, sensible, positiva que esta ahí y sin conocerte tiende una mano. Somos una familia afortunada. NADIE NUNCA SE ARREPIENTE DE SER VALIENTE, una frase de una película que me identifica y que debería sonar siempre en nuestras cabezas.

Tengo una niña de 5 años, que fue diagnosticada a los 2 y medio con TGD no especificado. A esa edad comenzó jardín, pero solo pudo hacerlo dos meses debido a su hipersensibilidad. A los días de dejar de concurrir, fui a buscar sus pertenencias y me esperaban la psicopedagoga y la directora del Colegio. Estaba por decirles que no pediría la devolución de la matricula, cuando me dijeron: “Sabemos lo duro que es este momento para ustedes, pero este es el colegio de tu hija, tómense el tiempo que sea necesario pero su vacante estará siempre para ella, no debe ir a otro colegio”. Emocionada sin poder hablar salí y dos padres de compañeros de ella, me pararon y me dijeron: “nos informaron sobre tu hija, no la conocemos ni tampoco a vos , no sabemos nada de TGD ni autismo, pero queremos aprender y acompañarte”. Agradecí y salí llorando desconsolada, y no dejan al día de hoy de emocionarme esas personas.

A los dos meses, volvimos a jardín y comencé a aprender de ese colegio: les debo mucho de este camino sobre como respetar a mi hija y luchar por una integración real.

Llego el momento de nuestra primeras vacaciones que fueron muy difíciles en Brasil, pero que hizo en ella un click enorme al punto de con tres años poder hablar de sus emociones, por primera vez me dijo “estoy triste mama”. Volví y me informe sobre lo que sucede en los viajes de vacaciones y los avances que se producen. Son situaciones difíciles que nos dan temor, pero generan avances invalorables.

En las vacaciones, logramos que propietarios, paradores, restaurants, modificaran un poquito el ambiente para que ella pudiera vivirlo sin tantos desafíos. Y siempre nos cruzamos con gente abierta y predispuesta.

Así mi vida cambio, siendo abogada y practicando con contratos de comex, arme una empresa que se dedica a facilitarle esa experiencia a las familias con necesidades de apoyo. Siento que los miedos no ayudan con nuestros hijos, y necesitamos derribar barreras. Creamos Likemila, para lograr que las familias puedan disfrutar y que esas personas que no buscaron esta condición, puedan gozar de los mismos derechos que otros.

Mi sorpresa en este camino fue lo maravillosos y humanos que somos los Latinoamericanos, somos friendly, aunque tengamos muchos otros defectos. Tuve el placer de contar como vivimos aca el desarrollo de mi hija y que se emocionaran en un país como Estados Unidos. Este año fuimos a Disney, tan carentes de empatía con necesidades especiales, una no grata sorpresa. Nuestra sociedad no esta perdida mas alla de casos esporadicos de discriminación.

Estoy orgullosa de vivir en este país, aunque trabajamos mucho por el respeto por la diversidad, hay corazones abiertos. Nosotros los padres debemos atrevernos. Me di cuenta que es posible hacer un lugar friendly, que es posible aun cuando no hay empatía, luchar por los derechos en la justicia, es posible viajar y aunque con dificultades, celebrar las barreras derribadas y los avances de nuestra hija. Por eso dedicare mi profesión a que otras familias se animen a esos desafíos.

Se han sucedido numerosas situaciones maravillosas alrededor de mi hija, hay mucha gente humana, sensible, positiva que esta ahí y sin conocerte tiende una mano. Somos una familia afortunada. NADIE NUNCA SE ARREPIENTE DE SER VALIENTE, una frase de una película que me identifica y que debería sonar siempre en nuestras cabezas.

Sandra Luna
Socia fundadora de www.likemila.com
info@likemila.com